Petit es un espectáculo que invita al espectador a encontrarse. Sutilmente nos va abriendo ventanas de su pequeño mundo de sueños, alfombras y baúles, nos lanza una pelota y nos dice: “¡Es hora de ser niños!”, “¡Es hora de jugar!”.

Petit apela al lenguaje de la subjetividad y los gestos, recordándonos el valor de lo sencillo. Trascendiendo la idea de cultura y las barreras idiomáticas indaga en aquello humano, en donde el silencio entero del alma se reconoce capaz de actuar. Como una fuente de gestos, muecas y sonidos, Petit esboza un lenguaje onírico y sensible. Un lenguaje que intenta ser gesto, acción y transformación. Un lenguaje que como cosquilla evoque la risa y el llanto.

Petit es un espectáculo, un espectáculo que es una vida, una vida como algo que por más simple o pequeño, muta, entra en fuga y se transforma.